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Miguel Florentin
1200 vacaciones
A Penélope
Después de tanto enfrentar
tempestades y marejadas,
te encontré llorando en la playa
pequeña gaviota mía.
Después de años de sal,
de ciclones y cielos negros,
hago nido en tu regazo
y es tu nuca, mi reposo.
Después de lustros de andar
por extrañas tierras ajenas,
recalo en ti, amada mía
y al final beso tus ojos.
Al llegar por fin a tu puerto,
rompo todas mis maderas,
entrego el casco completo
de este antiguo galeón
que ahora ya me hace daño.
Y si alguna duda quedaba
de lo mucho que te amo,
dadme un pedazo de tu alma
y verás transformaciones.
Haré de las velas… carpas
para vivir siempre contigo.
Y planear con detalles:
mil doscientas vacaciones.
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