Miguel Florentin

A mi ángel
Según una celestial leyenda,
corrió la alarma un buen día.
La tercera nube de la derecha,
se había quedado sin ángel.
Un curriculum se precisaba.
Había que buscar ayuda.
Más no cualquiera servía.
¡Esta vez sería difícil!
la contratación del candidato
que pudiera hacer de todo.
Se necesita –decían- alguien con:
enojos cortos y perdones largos,
y a quien no le haga mella la injusticia.
Se necesita un ser fuerte,
sagaz, genial, incorruptible.
Que sepa descubrir necesidades.
Además, queremos que de vida.
Es decir, queremos que siendo buena,
traiga a este planeta más gente.
Pero que no por eso, demuestre dolor,
y que tampoco se crea superior.
Se necesita una persona fuerte,
pero a la vez…delicada.
Que conquiste con suavidad
una pareja para toda la vida.
Pero que defienda como una fiera
todo lo que considera suyo.
Si es usted esa persona…
Golpee la segunda puerta.
La del cartel, donde dice:
“Acá nunca viene nadie”
Quedaron estupefactos
Cuando ya, al siguiente día,
llamó a la puerta mi madre,
que para si reclamaba
el puesto que se ofrecía.
Entre cien mil postulantes,
se decidió darle el trabajo,
pues llenaba los requisitos.
Fue una cosa muy notable,
pues en su hoja de vida,
sólo había….. dos palabras:
SOY MADRE