top of page


Te oigo respirar en la madrugada

y entonces te observo:
Musa salvadora de mi alma empobrecida,
como es que estás a mi lado?
¡Si eres un ser superior!

Tan delicada, que apenas se te escucha,
tan leve tu peso que apenas marcas mi sábana,
y es, sin embargo, tan importante tu presencia,
que vas hundiendo tu arado en mi alma,
que a estas alturas, ya sangra de amor.

No sé si te despierto para contarte,
que hoy has cambiado mi vida.
Y que al aparecer anoche,
en medio de la terrible  lluvia,
has abierto estrepitosamente,
las puertas a la felicidad.

Ahhh...mi pequeño ángel somnoliento!
En que oscuras galerías
escondo estos sentimientos,
si finjo que no te quiero
para quererte primero,
pues no quiero que te enteres
que de ti ya soy esclavo,
y  te beso cuando duermes,
pero es tan grande este amor
que  aun  durmiendo… lo notas.

Duermes

bottom of page